por Carlos Keller *
1) Introducción:
Hace algún tiempo, leí un artículo en la revista Orchid Digest de autoría del orquidófilo norteamericano William Rogerson y hallé el asunto muy interesante. Por falta de tiempo no me pude profundizar en la materia, pero no olvidé el contenido.
El artículo mencionaba que las Cattleyas pueden ser divididas en 2 grupos básicos: aquellas cuyo pseudobulbo enraíza en el sustrato antes de florecer y aquellas cuyo pseudobulbo enraíza en el sustrato después de florecer. Al principio eso puede parecer un dato inútil o superfluo, pero después de mis "vacaciones forzadas", cuando tuve más tiempo para reflexionar y digerir las ideas del texto, percibí que ese es un dato de vital importancia que todos los orquideófilos deberían conocer. Para ayudar, hice una tabla, la cual está más abajo, donde están listadas todas las Cattleyas separadas en monofoliadas y bifoliadas e insertadas en el grupo al cual ellas pertenecen con relación al patrón de crecimiento de las raíces. Sólo la lectura de esa tabla ya dice mucho. Más adelante voy a explicar mejor lo que esas dos variaciones significan y después comentaré algunas conclusiones a las que llegué. Sé, sin embargo, que ustedes que están leyendo este texto, descubrirán nuevas utilidades a esta información y las añadirán a las mías.
2) Cattleyas que enraízan el pseudobulbo antes de la floración:
La mayoría de las Cattleyas cuando emiten un frente y esta crece lo suficiente (la hoja comienza a abrirse), ella pasa a emitir raíces en la base del pseudobulbo. Esas raíces irán a fijar y sostener el pseudobulbo para siempre. El pseudobulbo crecerá, se estabilizará en el sustrato de la maceta, envejecerá y cuando esté totalmente adulto, generalmente al año siguiente de su nacimiento, florecerá. Podemos decir que la floración se dio a través de un pseudobulbo "viejo" o "adulto". Muestro abajo dos fotos de una Cattleya maxima. Esa Cattleya pertenecía a ese grupo. En la parte de atrás de la maceta florecida que está en la primera foto, hay un pseudobulbo naciendo, el cual está aún nuevo, pero ya está soltando en su base gruesas y fuertes raíces. Esas raíces irán a sostener al pseudobulbo hasta su muerte y principalmente irán a alimentar a las flores que él dará probablemente el año siguiente. Eso puede ser visto en detalle en la segunda foto.
Ustedes tienen aquí entonces el patrón de crecimiento más convencional para las cattleyas monofoliadas, y que aparece con menos frecuencia en las cattleyas bifoliadas.
3) Cattleyas que enraízan el pseudobulbo después de la floración:
Algunas cattleyas monofoliadas y la mayoría de las bifoliadas, emite el frente (nuevo pseudobulbo), el cual crece, se queda adulto e inmediatamente florece, sin antes enraizar en el sustrato. La base de ese pseudobulbo continúa lisa o hasta cubierta por la bráctea, sin que de ella nazcan raíces. Todo el proceso de crecimiento y de floración es sostenido por los pseudobulbos traseros, que envían para el pseudobulbo nuevo del frente todo el alimento que él necesita para vivir. Los pseudobulbos traseros hasta llegan a emitir raíces de refuerzo para poder enfrentar la ardua tarea. Ese pseudobulbo nuevo, no espera un año para florecer, él florece en cuanto está maduro.
Podemos decir entonces que aquella Cattleya floreció a través de un pseudobulbo "joven" o "nuevo". Sólo inmediatamente después de la floración, o en algunos casos aún durante la floración es que las raíces serán emitidas de la base de ese pseudobulbo, hecho que lo hará independiente de los pseudobulbos traseros, por lo tanto, sólo después de la floración.
Podemos decir entonces que aquella Cattleya floreció a través de un pseudobulbo "joven" o "nuevo". Sólo inmediatamente después de la floración, o en algunos casos aún durante la floración es que las raíces serán emitidas de la base de ese pseudobulbo, hecho que lo hará independiente de los pseudobulbos traseros, por lo tanto, sólo después de la floración.
Ustedes pueden ver abajo dos fotos de una Cattleya gaskelliana, la cual pertenece a ese segundo grupo. En la primera foto pueden ser vistos los pseudobulbos florecidos, los cuales están siendo sostenidos por los pseudobulbos traseros. La segunda foto es de un detalle de la base de uno de los pseudobulbos florecidos de la primera foto, donde se puede ver que de él aún no salió ninguna raíz.
Las raíces que pueden ser vistas en la segunda foto son de los pseudobulbos traseros, mientras que la base del pseudobulbo del frente está lisa y sin emitir raíces. En pocas semanas, en cuanto las flores hayan marchitado o comiencen a marchitar, se podrán ver puntas de raíces saliendo de esa base redonda del pseudobulbo.
4) Excepciones:
La Cattleya aclandiae, Cattleya walkeriana, Cattleya nobilior y la Cattleya violacea no poseen un patrón definido de crecimiento de raíz, pudiendo sus raíces ser emitidas del pseudobulbo antes, durante o después de la floración.
5) Consideraciones y utilidad de las informaciones descritas:
A- Diferenciación de especies:
En la tabla del punto anterio, donde están listadas las cattleyas dentro de sus respectivos grupos, ustedes podrán leer que la Cattleya labiata está en el primer grupo, mientras que la Cattleya warneri está en el segundo. Sólo eso ya quiere decir mucho, o todo. Eso significa que la Cattleya labiata enraíza los pseudobulbos antes de la floración, mientras que la Cattleya warneri enraíza los suyos después de la floración. Las flores de la Cattleya labiata nacen, por lo tanto, de un pseudobulbo "viejo", mientras que las de la Cattleya warneri nacen de un pseudobulbo "nuevo". La mayoría de los taxonomistas cita esas dos especies como emparentadas. En el pasado una ya fue una mera variación geográfica de la otra. Sin embargo, el hecho citado arriba muestra que de parientes ellas no tienen nada, pudiendo hasta tener un origen diferente y la causa de su semejanza puede ser un caso de evolución convergente.
Evolución convergente para quien no sabe es cuando dos especies de orígenes diferentes y apariencia diferente, por que habiten un medio ambiente semejante, acaban evolucionando hasta quedar semejantes, convergiendo en la misma apariencia. Por ser parecidas, la gente piensa que ellas son parientes, pero la realidad es que ellas tienen diferentes orígenes.
Para los orquidófilos, la tabla tiene una utilidad más práctica que esa, ella ayuda a diferenciar esas dos especies en cultivo. Los orquidófilos que tienen práctica pestañean y ya saben quién es Cattleya labiata y quien es Cattleya warneri. Algunas veces esas dos especies son tan semejantes que confunden hasta a los veteranos, pero eso a veces acontece. Aquellos que no tienen tanta práctica así usan de una serie de características, que sumadas ayudan en la diferenciación de esas dos especies. Las flores de la Cattleya labiata nacen de una espata doble. Las de la Cattleya warneri también nacen de una espata doble, sólo que la espata interna es la mitad del tamaño de la externa. Vean la foto de abajo: esta es la espata abierta de una Cattleya warneri. Vean la mini espata interna.
Evolución convergente para quien no sabe es cuando dos especies de orígenes diferentes y apariencia diferente, por que habiten un medio ambiente semejante, acaban evolucionando hasta quedar semejantes, convergiendo en la misma apariencia. Por ser parecidas, la gente piensa que ellas son parientes, pero la realidad es que ellas tienen diferentes orígenes.
Para los orquidófilos, la tabla tiene una utilidad más práctica que esa, ella ayuda a diferenciar esas dos especies en cultivo. Los orquidófilos que tienen práctica pestañean y ya saben quién es Cattleya labiata y quien es Cattleya warneri. Algunas veces esas dos especies son tan semejantes que confunden hasta a los veteranos, pero eso a veces acontece. Aquellos que no tienen tanta práctica así usan de una serie de características, que sumadas ayudan en la diferenciación de esas dos especies. Las flores de la Cattleya labiata nacen de una espata doble. Las de la Cattleya warneri también nacen de una espata doble, sólo que la espata interna es la mitad del tamaño de la externa. Vean la foto de abajo: esta es la espata abierta de una Cattleya warneri. Vean la mini espata interna.
Ese tipo de espata no es regla general. Existen Cattleya warneri que poseen las dos espatas del mismo tamaño como una Cattleya labiata y existen también Cattleya warneri que florecen de espata simple. Esa es una buena regla de diferenciación, pero no es un 100% garantizada. La Cattleya labiata tiene una parte vegetativa ordenada, con los pseudobulbos creciendo de forma erecta y las hojas creciendo rectas en una especie de continuación del pseudobulbo. Sin embargo la parte vegetativa de la Cattleya warneri tiene un crecimiento desordenado y sus hojas se doblan para tras, haciendo un ángulo de casi 90 grados en relación al pseudobulbo. Existen, sin embargo, algunas Cattleya warneri con crecimiento ordenado, con su parte vegetativa asemejándose mucho a una Cattleya labiata y viceversa. Esa regla tampoco es un 100% confiable.
La Cattleya labiata florece a principios de año, en el otoño, mientras que la Cattleya warneri florece en medio del año, en la primavera. Existen labiatas, sin embargo, que atrasan la floración y warneris que la adelantan (generalmente las albas). Un orquidófilo podrá tener entonces en su orquidário una Cattleya warneri florecida al lado de una Cattleya labiata también florecida. Eso muestra que esa regla tampoco es un 100% confiable. Sólo la suma de esas reglas hace la diferenciación positiva, pero el uso de la regla de los dos grupos es más práctica y es la única que es un 100% confiable. Si usted tiene una planta y tiene dudas si ella es una Cattleya labiata o una Cattleya warneri, basta ver el patrón de crecimiento de la raíz. Si el pseudobulbo nuevo ya estuviera enraizado ella es una Cattleya labiata, si, sin embargo, aún está sin raíz, dependiendo de los pseudobulbos traseros para vivir, entonces ella es con certeza una Cattleya warneri. Vean qué fácil resultó!
La Cattleya labiata florece a principios de año, en el otoño, mientras que la Cattleya warneri florece en medio del año, en la primavera. Existen labiatas, sin embargo, que atrasan la floración y warneris que la adelantan (generalmente las albas). Un orquidófilo podrá tener entonces en su orquidário una Cattleya warneri florecida al lado de una Cattleya labiata también florecida. Eso muestra que esa regla tampoco es un 100% confiable. Sólo la suma de esas reglas hace la diferenciación positiva, pero el uso de la regla de los dos grupos es más práctica y es la única que es un 100% confiable. Si usted tiene una planta y tiene dudas si ella es una Cattleya labiata o una Cattleya warneri, basta ver el patrón de crecimiento de la raíz. Si el pseudobulbo nuevo ya estuviera enraizado ella es una Cattleya labiata, si, sin embargo, aún está sin raíz, dependiendo de los pseudobulbos traseros para vivir, entonces ella es con certeza una Cattleya warneri. Vean qué fácil resultó!
En otra oportunidad, tuve una Cattleya alba florecida aquí en casa la cual estaba etiquetada como Cattleya gaskelliana. Viendo la flor tuve dudas si era realmente una Cattleya gaskelliana o si en realidad ella era una Cattleya mossiae. Sabe como son las albas... Más difíciles de identificarse. Vean las fotos abajo:
Los pétalos son de Cattleya gaskelliana, pero el labelo es de Cattleya mossiae. El amarillo del labelo es irisado como en la Cattleya mossiae, pero viene allá del fondo de la garganta, como acontece en la Cattleya gaskelliana. Que duda!
Envié las fotos a mi amigo de Venezuela, Gerardo Castiglione, y él siendo un experto inmediatamente me preguntó sobre el patrón de crecimiento de las raíces. La flor aquí fotografiada viene de un pseudobulbo joven, que no está enraizado aún y, por lo tanto, aún depende de los pseudobulbos traseros para vivir. Ella es entonces sin sombra de duda una Cattleya gaskelliana. La Cattleya mossiae está en el grupo de las que enraízam el pseudobulbo antes de la floración. Posteriormente, conseguí contactar al productor que me vendió la orquídea y él me confirmó que ese clon era la conocida y rara Cattleya gaskelliana alba ‘Superior’.
Envié las fotos a mi amigo de Venezuela, Gerardo Castiglione, y él siendo un experto inmediatamente me preguntó sobre el patrón de crecimiento de las raíces. La flor aquí fotografiada viene de un pseudobulbo joven, que no está enraizado aún y, por lo tanto, aún depende de los pseudobulbos traseros para vivir. Ella es entonces sin sombra de duda una Cattleya gaskelliana. La Cattleya mossiae está en el grupo de las que enraízam el pseudobulbo antes de la floración. Posteriormente, conseguí contactar al productor que me vendió la orquídea y él me confirmó que ese clon era la conocida y rara Cattleya gaskelliana alba ‘Superior’.
Si Ustedes leyeran la tabla con atención verían que la Cattleya loddigesii está en un grupo diferente que la Cattleya harrisoniana. Dos más que ahora son fáciles de diferenciar. Infelizmente la Cattleya guttata está en el mismo grupo que la Cattleya leopoldii.
B- Floración de touceiras (matas grandes):
Las cattleyas del primer grupo (enraizamiento antes de la floración) son en mi opinión más evolucionadas que las del segundo grupo. Por el hecho de que ellas enraízan los pseudobulbos tan inmediatamente que ellos nacen, la planta no sufre tanto con la carga de tener que alimentar todos los frentes en crecimiento y posteriormente las flores. En el caso de una macolla con muchos frentes perteneciente a una Cattleya del segundo grupo (enraizamiento sólo después de la floración), ese peso puede ser muy grande para la trasera de la planta, lo que puede llevarla al enflaquecimiento. Las cattleyas del primer grupo entran un poco antes de la floración en una especie de inactividad, donde el crecimiento cesa por algún tiempo. En realidad, como los pseudobulbos adultos ya están enraizados, ellos son independientes, no dependiendo de la trasera para alimentarse. Ellos tienen fuerza propia y pueden darse al lujo de esperar...
Los pseudobulbos que están más desarrollados paran el crecimiento y esperan los más nuevos, en una especie de sincronía interna de la planta, que hace que en determinado momento, todos los pseudobulbos estén del mismo tamaño y acaben por florecer juntos, presentando una floración espectacular. Esa floración es buena en el sentido biológico, pues una gran floración atrae más polinizadores y ella también es muy deseable del punto de vista horticultural, ya que una macolla florida, con todas las flores abiertas al mismo tiempo es todo lo que el orquidófilo desea.
Las cattleyas del segundo grupo (enraizamiento después de la floración), no tienen una vida tan amena como las del primer grupo. Para ellas el crecimiento es una carrera en búsqueda de la estabilidad, estabilidad esa que significa un pseudobulbo independiente y enraizado, dando un descanso a la pobre parte trasera que sostuvo todo hasta entonces. Esas cattleyas emiten el pseudobulbo, el cual crece y florece inmediatamente al ser adulto, sin poder darse al lujo de entrar en sincronía con los demás. Él necesita correr, adelantarse e inmediatamente florecer para poder enraizar. Con eso, una macolla con todas las flores abiertas al mismo tiempo en una cattleya perteneciente a ese segundo grupo es una rareza! Los jueces de una exposición deberían tener eso en cuenta. Una planta del segundo grupo sólo consigue una floración plena si fuera muy bien cultivada o si estuviera en un ambiente de excelencia climática para la especie. Una prueba de eso es que es muy raro de verse, por ejemplo, una macolla de Cattleya warneri muy bien florecida y con todas las flores abiertas al mismo tiempo fuera de las exposiciones de Espíritu Santo. Sólo allá en las montañas de aquel Estado donde los cultivadores poseen un clima tan favorable, eso se hace posible. En ese caso quien hizo la sincronía de crecimiento de la planta fue el clima.
C- Trasplantando cattleyas:
Las cattleyas del primero y del segundo grupo tienen un comportamiento de crecimiento diferente que interfiere en su trasplante, de los cuáles hablaré al final de este capítulo. Para que el orquidófilo no erre intentando saber cual es la mejor época para el trasplante de un grupo o del otro, yo recomiendo que sólo trasplante una Cattleya cuando ella estuviera emitiendo raíces por la base del pseudobulbo. Esa regla sirve para los dos grupos.
Hay gente que dice que hay una época buena para trasplantar Cattleyas. Otros hablan de trasplantarlas después de la etapa de reposo, etc. Todo esto a mi entender es confuso y puede llevar al cultivador al error. La única época en que el trasplante es conveniente, o mejor, el "momento" ideal para el trasplante es ese que mencioné arriba: cuando las raíces comienzan a brotar de la base del pseudobulbo que representa el frente de la planta.
Hablo de "momento" y no de "época", pues en realidad la ventana de tiempo en que se puede trasplantar una determinada Cattleya es muy pequeña. Cosa de pocos días. El cultivador que espera las vacaciones o hasta el fin de semana para hacer trasplantes, puede perder esa ventana de tiempo, perjudicando la calidad del trasplante. Lo que recomiendo, al menos al orquidófilo aficionado, es que tenga en el orquideario un kit de trasplante ya listo para usar en alguna mesa destinada a eso, así, tan pronto observe una planta y perciba que ella está a punto para ser trasplantada, que lo haga inmediatamente, o por la mañana antes de ir al trabajo, o a la hora del almuerzo, finalmente, en una huida de media hora en que él pueda escapar de sus quehaceres normales del día a día.
Porqué esa ventana es tan pequeña? Eso Ustedes deben estar preguntándose. Ella es pequeña, pues el tamaño, o mejor dicho, el largo de las raíces que están siendo emitidas de la base del pseudobulbo del frente de la planta, tiene que ser rigurosamente monitoreado. El tamaño que encuentro ideal para las raíces del brote es 3 centímetros. Es decir, las raíces que salen de la base del pseudobulbo del frente deben tener 3 cm de largo para que la planta esté en el punto ideal para ser trasplantada. Si se atrasa el trasplante, las raíces crecerán, pegarán la punta en el borde de la maceta y entonces para despegarlas el orquideófilo acabará damnificando la puntita verde, lo que atrasará el desarrollo de la raíz en el futuro. Las raíces largas también se quiebran con más facilidad. Si el orquidófilo hiciera el trasplante muy pronto, con raíces con cerca de 1 cm, por ejemplo, esas raíces se podrán secar o marchitar en el proceso de trasplante, obligando que nuevas raíces paralelas a esas sean emitidas. Eso también atrasa el desarrollo del sistema radicular de la planta en su futura maceta.
Entonces el tamaño ideal por lo tanto es 3 cm, ni tan larga ni tan corta. Las raíces que están colgadas por fuera de la maceta, muchas veces siendo largas, no pueden ser enterradas en el sustrato. Las raíces que crecen fuera, en el aire y se quedan largas, no pueden ser enterradas jamás, bajo pena de pudrición. Eso sólo es posible con raíces aún cortas.
Lo que siempre se debe hacer es preservarlas, pues cortar una raíz saludable es tabú, y cuando la planta estuviera plantada en la nueva maceta, el orquideófilo debe sólo acostar esas raíces largas sobre el sustrato, por encima de él, hasta que nuevas raíces salgan de los pseudobulbos del frente y los hagan independientes de los traseros. Ahí, con la planta ya estabilizada en cultivo, el orquideófilo podrá entonces cortar fuera esas raíces que antes estaban colgadas fuera de la maceta antigua.
La limpieza de las raíces antes del trasplante es también un acto importante y que debe ser hecho con paciencia. El cultivador debe apretar con los dedos todas las raíces que estaban enterradas en el sustrato antiguo, una a una, y aquellas que estuvieran marchitas, huecas, deben ser cortadas fuera, pues están muertas. Aquellas que estuvieran duras están vivas y deben ser preservadas. Algunas andarán con partes duras y partes blandas. Las partes blandas deben ser retiradas y las partes duras preservadas. Al terminar la limpieza de las raíces es importante que ellas sean muy bien lavadas con un chorro fuerte de agua. Eso retirará toda la acidez y la "baba" que las envuelve y que son restos del sustrato antiguo. Un spray de hormona de crecimiento no hará mal y ayudará en el enraizamiento y entonces ya se puede plantar.
Hay gente que dice que hay una época buena para trasplantar Cattleyas. Otros hablan de trasplantarlas después de la etapa de reposo, etc. Todo esto a mi entender es confuso y puede llevar al cultivador al error. La única época en que el trasplante es conveniente, o mejor, el "momento" ideal para el trasplante es ese que mencioné arriba: cuando las raíces comienzan a brotar de la base del pseudobulbo que representa el frente de la planta.
Hablo de "momento" y no de "época", pues en realidad la ventana de tiempo en que se puede trasplantar una determinada Cattleya es muy pequeña. Cosa de pocos días. El cultivador que espera las vacaciones o hasta el fin de semana para hacer trasplantes, puede perder esa ventana de tiempo, perjudicando la calidad del trasplante. Lo que recomiendo, al menos al orquidófilo aficionado, es que tenga en el orquideario un kit de trasplante ya listo para usar en alguna mesa destinada a eso, así, tan pronto observe una planta y perciba que ella está a punto para ser trasplantada, que lo haga inmediatamente, o por la mañana antes de ir al trabajo, o a la hora del almuerzo, finalmente, en una huida de media hora en que él pueda escapar de sus quehaceres normales del día a día.
Porqué esa ventana es tan pequeña? Eso Ustedes deben estar preguntándose. Ella es pequeña, pues el tamaño, o mejor dicho, el largo de las raíces que están siendo emitidas de la base del pseudobulbo del frente de la planta, tiene que ser rigurosamente monitoreado. El tamaño que encuentro ideal para las raíces del brote es 3 centímetros. Es decir, las raíces que salen de la base del pseudobulbo del frente deben tener 3 cm de largo para que la planta esté en el punto ideal para ser trasplantada. Si se atrasa el trasplante, las raíces crecerán, pegarán la punta en el borde de la maceta y entonces para despegarlas el orquideófilo acabará damnificando la puntita verde, lo que atrasará el desarrollo de la raíz en el futuro. Las raíces largas también se quiebran con más facilidad. Si el orquidófilo hiciera el trasplante muy pronto, con raíces con cerca de 1 cm, por ejemplo, esas raíces se podrán secar o marchitar en el proceso de trasplante, obligando que nuevas raíces paralelas a esas sean emitidas. Eso también atrasa el desarrollo del sistema radicular de la planta en su futura maceta.
Entonces el tamaño ideal por lo tanto es 3 cm, ni tan larga ni tan corta. Las raíces que están colgadas por fuera de la maceta, muchas veces siendo largas, no pueden ser enterradas en el sustrato. Las raíces que crecen fuera, en el aire y se quedan largas, no pueden ser enterradas jamás, bajo pena de pudrición. Eso sólo es posible con raíces aún cortas.
Lo que siempre se debe hacer es preservarlas, pues cortar una raíz saludable es tabú, y cuando la planta estuviera plantada en la nueva maceta, el orquideófilo debe sólo acostar esas raíces largas sobre el sustrato, por encima de él, hasta que nuevas raíces salgan de los pseudobulbos del frente y los hagan independientes de los traseros. Ahí, con la planta ya estabilizada en cultivo, el orquideófilo podrá entonces cortar fuera esas raíces que antes estaban colgadas fuera de la maceta antigua.
La limpieza de las raíces antes del trasplante es también un acto importante y que debe ser hecho con paciencia. El cultivador debe apretar con los dedos todas las raíces que estaban enterradas en el sustrato antiguo, una a una, y aquellas que estuvieran marchitas, huecas, deben ser cortadas fuera, pues están muertas. Aquellas que estuvieran duras están vivas y deben ser preservadas. Algunas andarán con partes duras y partes blandas. Las partes blandas deben ser retiradas y las partes duras preservadas. Al terminar la limpieza de las raíces es importante que ellas sean muy bien lavadas con un chorro fuerte de agua. Eso retirará toda la acidez y la "baba" que las envuelve y que son restos del sustrato antiguo. Un spray de hormona de crecimiento no hará mal y ayudará en el enraizamiento y entonces ya se puede plantar.
Voy a hablar ahora de las particularidades de los dos grupos en el trasplante:
Las cattleyas del primer grupo, es decir, aquellas que enraízan el pseudobulbo antes de la floración, son mejor adaptadas y aceptan mejor el trasplante. Una vez que el brote emite raíces él comienza a crecer, es decir, enraíza aún cuando joven, cuando ese pseudobulbo tenga esos 3 cm de raiz de que hablé arriba, él aún estará pequeño, ni la hoja estará abierta en esa ocasión. La planta estará lista para ser trasplantada, los pseudobulbos traseros estarán independientes y sólo ese brote pequeño aún dependerá del trasero para vivir, pero eso será por poco tiempo. La masa corpórea de ese brote es pequeña y, por lo tanto, el trasero no tendrá dificultades en sostenerlo hasta que las raíces que brotan de su base se entierren en el sustrato de la maceta nueva y pasen a alimentarlo. Para las cattleyas de ese grupo el trasplante debe ocurrir de forma normal y corriente.
En cuanto a las cattleyas del segundo grupo, es decir, aquellas que emiten raíces en la base del pseudobulbo sólo después de la floración, esas sufren demasiado con el trasplante. Imagine usted que los pseudobulbos de esas cattleyas sólo tendrán esos 3 cm de raíz después de que estén totalmente adultos y después de florecer. Ellos estarán entonces con su mayor tamaño. Las pequeñas raíces los sostendrán en el futuro en cuanto se entierren en el sustrato de la maceta nueva, pero hasta ese momento quien los sostendrá será el trasero. La masa corpórea de esos pseudobulbos es grande, al fin de cuentas ellos son adultos, lo que será un gran peso para un trasero recién trasplantado que perdió muchas raíces. El trasero sólo podrá contar con el alimento que está acumulado dentro de sus pseudobulbos, ya que las raíces damnificadas en el trasplante poco envían para arriba. El no aguantará y la planta podrá contraer algún honbo y morir, pues su resistencia estará débil.
Para las cattleyas de ese segundo grupo yo recomiendo que antes del trasplante el cultivador haga una especie de media copa de tela en el bordillo externo de la maceta vieja, llene esa media copa de sustrato nuevo y deje las raíces de los pseudobulbos del frente que enraícen allí. En cuanto las raíces de esos pseudobulbos comiencen a enviar alimento para arriba, haciéndolos independientes del trasero, la planta estará lista para ser trasplantada. Usted debe con cuidado cerrar y afirmar esa media copa de sustrato donde están las raíces nuevas, para que ellas resistan el proceso de trasplante y debe colocar ese balón de sustrato dentro de la nueva maceta sin damnificar las delicadas raíces. Sólo así la planta no sufrirá con el trasplante. Yo uso el sphagnum en ese lugar, pues él forma un balón que no se deshace después y es fácil de manipular durante el trasplante. Las raíces nuevas también gustan mucho del sphagnum. El que no desee usar una media copa de tela con sustrato dentro puede usar un pedazo de palillo de helecho (xaxím). El helecho también es fácil de ser manipulado y debe ser enterrado (el menor pedazo posible) dentro de la maceta nueva.
Voy a explicar aquí como se hace esa copa donde se coloca el sustrato para la raíz nueva: usted puede cortar una cinta de tela plástica o una cinta de sombrite con cerca de 10 a 12 cm de anchura y con el largo suficiente para dar la vuelta completa en la maceta. Enrolle la cinta en la maceta como una faja, a la altura del bordillo de arriba. Cierre el puño y abra un espacio en esa cinta del tamaño de él bien enfrente de las raíces que usted quiere que enraízen en la media copa de sustrato. Llene ese espacio con sphagnum. Apriete la faja atrás dela maceta, de preferencia apretando la parte de abajo más que la de encima. Con eso usted tendrá el espacio necesario para que el pseudobulbo del frente enraíce. Haga eso con más de un pseudobulbo de frente si ellos existieran.
En cuanto a las cattleyas del segundo grupo, es decir, aquellas que emiten raíces en la base del pseudobulbo sólo después de la floración, esas sufren demasiado con el trasplante. Imagine usted que los pseudobulbos de esas cattleyas sólo tendrán esos 3 cm de raíz después de que estén totalmente adultos y después de florecer. Ellos estarán entonces con su mayor tamaño. Las pequeñas raíces los sostendrán en el futuro en cuanto se entierren en el sustrato de la maceta nueva, pero hasta ese momento quien los sostendrá será el trasero. La masa corpórea de esos pseudobulbos es grande, al fin de cuentas ellos son adultos, lo que será un gran peso para un trasero recién trasplantado que perdió muchas raíces. El trasero sólo podrá contar con el alimento que está acumulado dentro de sus pseudobulbos, ya que las raíces damnificadas en el trasplante poco envían para arriba. El no aguantará y la planta podrá contraer algún honbo y morir, pues su resistencia estará débil.
Para las cattleyas de ese segundo grupo yo recomiendo que antes del trasplante el cultivador haga una especie de media copa de tela en el bordillo externo de la maceta vieja, llene esa media copa de sustrato nuevo y deje las raíces de los pseudobulbos del frente que enraícen allí. En cuanto las raíces de esos pseudobulbos comiencen a enviar alimento para arriba, haciéndolos independientes del trasero, la planta estará lista para ser trasplantada. Usted debe con cuidado cerrar y afirmar esa media copa de sustrato donde están las raíces nuevas, para que ellas resistan el proceso de trasplante y debe colocar ese balón de sustrato dentro de la nueva maceta sin damnificar las delicadas raíces. Sólo así la planta no sufrirá con el trasplante. Yo uso el sphagnum en ese lugar, pues él forma un balón que no se deshace después y es fácil de manipular durante el trasplante. Las raíces nuevas también gustan mucho del sphagnum. El que no desee usar una media copa de tela con sustrato dentro puede usar un pedazo de palillo de helecho (xaxím). El helecho también es fácil de ser manipulado y debe ser enterrado (el menor pedazo posible) dentro de la maceta nueva.
Voy a explicar aquí como se hace esa copa donde se coloca el sustrato para la raíz nueva: usted puede cortar una cinta de tela plástica o una cinta de sombrite con cerca de 10 a 12 cm de anchura y con el largo suficiente para dar la vuelta completa en la maceta. Enrolle la cinta en la maceta como una faja, a la altura del bordillo de arriba. Cierre el puño y abra un espacio en esa cinta del tamaño de él bien enfrente de las raíces que usted quiere que enraízen en la media copa de sustrato. Llene ese espacio con sphagnum. Apriete la faja atrás dela maceta, de preferencia apretando la parte de abajo más que la de encima. Con eso usted tendrá el espacio necesario para que el pseudobulbo del frente enraíce. Haga eso con más de un pseudobulbo de frente si ellos existieran.
D- Retirando divisiones:
Las reglas para retirar una división de una planta debe seguir exactamente las mismas reglas de trasplante que cité en el ítem anterior. Para las cattleyas del primer grupo (enraizamiento del pseudobulbo antes de la floración), la retirada de una división es mucho menos traumática que para las del segundo grupo (enraizamiento del pseudobulbo después de la floración). Aún así si el orquidófilo que pueda estar atento para observar la regla de tener raíces con 3 cm en la base del pseudobulbo, mejor.
Eso de que un orquideófilo visite a otro y durante la visita el dueño del orquideario comienza a pasar las tijeras en rizomas de cattleyas no funciona. La pérdida de divisiones será grande, pues la parte cortada fuera (generalmente segmentos del rizoma contiendo 3 a4 pseudobulbos) no estará preparada para enraizar en aquel momento en otro ambiente. Lo más correcto es andar por el orquidário con etiquetas y un boli en vez de unas tijeras. Vaya escribiendo el nombre del amigo en las etiquetas y amarrándolas en las futuras divisiones, las cuales deberán ser hechas solamente en el momento apropiado.
Para las cattleyas del segundo grupo yo recomiendo la misma tela con sphagnum que ustedes ven en las fotos de arriba. Creo que todos deben recordar algún corte de Cattleya lueddemanniana, Cattleya gaskelliana o Cattleya dowiana que cogió hongo y murió inmediatamente después de haber sido plantado. Ese corte murió porque los dos bulbos traseros no consiguieron sostenerse a ellos mismos más a los del frente, sólo con la savia acumulada en sus pseudobulbos. Sin raíz para sorber más alimento, ellos perdieron resistencia y el hongo entró. El final es el corte todo negro y la planta acabando por morir.
Eso de que un orquideófilo visite a otro y durante la visita el dueño del orquideario comienza a pasar las tijeras en rizomas de cattleyas no funciona. La pérdida de divisiones será grande, pues la parte cortada fuera (generalmente segmentos del rizoma contiendo 3 a4 pseudobulbos) no estará preparada para enraizar en aquel momento en otro ambiente. Lo más correcto es andar por el orquidário con etiquetas y un boli en vez de unas tijeras. Vaya escribiendo el nombre del amigo en las etiquetas y amarrándolas en las futuras divisiones, las cuales deberán ser hechas solamente en el momento apropiado.
Para las cattleyas del segundo grupo yo recomiendo la misma tela con sphagnum que ustedes ven en las fotos de arriba. Creo que todos deben recordar algún corte de Cattleya lueddemanniana, Cattleya gaskelliana o Cattleya dowiana que cogió hongo y murió inmediatamente después de haber sido plantado. Ese corte murió porque los dos bulbos traseros no consiguieron sostenerse a ellos mismos más a los del frente, sólo con la savia acumulada en sus pseudobulbos. Sin raíz para sorber más alimento, ellos perdieron resistencia y el hongo entró. El final es el corte todo negro y la planta acabando por morir.
E- Híbridos:
Los híbridos que contienen en su genealogía un gran porcentaje de una determinada Cattleya, heredarán de ella el régimen de crecimiento de las raíces. Si ella fuera una Cattleya del primer grupo, ese híbrido tendrá sus pseudobulbos enraizándose antes de la floración. Si, sin embargo, que él fuera descendiente en gran porcentaje de una Cattleya del segundo grupo, él tendrá sus pseudobulbos enraizando solamente después de la floración, hecho que lo hará un híbrido de cultivo difícil. Híbridos como la Lc. Amber Glow o la Blc. Toshie Aoki (fotos abajo), por ejemplo, son buenos ejemplos de eso. Ellos poseen en su genealogía un gran porcentaje de Cattleya aurea (o Cattleya dowiana aurea) y su crecimiento de raíz es del segundo grupo, así como es el de la Cattleya aurea.
Esos híbridos son muy conocidos por su belleza, pero están poco presentes en las colecciones. Todo el mundo los conoce, pero poca gente los tiene. Sólo los grandes orquidários, ya familiarizados con el cultivo de plantas difíciles, los mantienen en sus colecciones, pues los usan mucho como matriz. Eso los hace híbridos poco comerciales y tan inmediatamente un híbrido semejante, pero con el patrón de crecimiento de raíz del primer grupo surge, ese híbrido irá a ocupar totalmente el mercado que ellos intentaron ocupar sin éxito. Para citar un ejemplo, la Blc. Tainan Gold está llegando al comercio y está tomando el lugar de la Blc. Toshie Aoki, pues la Blc. Tainan Gold es de fácil cultivo (foto abajo).
6- Conclusión:
Enumeré aquí algunas aplicaciones útiles para el conocimiento de la regla de los dos grupos. Tengo la certeza de que los orquidófilos que lean este texto también sacarán sus propias conclusiones y podrán añadir aquí otras ideas más para el uso de esa técnica. Aguardo, por lo tanto, las nuevas ideas y comentarios.
*Paisajista y orquideófilio de Río de Janeiro (Brasil)
muy buen informe, EXCELENTE!!!
ResponderEliminarok
ResponderEliminarGracias! desde Costa Rica. Tiene algún artículo sobre fertilización con abonos orgánicos y resultados?. Muy agradecido.
ResponderEliminarMiguel
correo:orquimike@gmail.com
Magnífico. Gracias
ResponderEliminarExcelente artículo, muchas gracias.
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