martes, 2 de septiembre de 2014

Acianthera bragae

por Luiz Filipe Varella*

  Esta es otra especie de la subtribo Pleurothallidinae nativa de la mata atlántica del sur y del sudeste de Brasil. Con crecimiento reptante y rastrero, presenta hojas casi cilíndricas y muy surcadas, de 2 a 3cm de largo. Los tallos son cortos (2 a 3mm), así como el rizoma (hasta 2mm). Cobre grandes superficies de los troncos y ramas donde vegeta. Las flores son inconfundibles: los sépalos son fundidos en más de 4/5 de su largo, haciendo que la flor se presente como una especie de tubo curvo, con una pequeña apertura frontal. El color de las flores es muy variable, del amarillo al púrpura. La inflorescencia es corta. No pocos orquideófilos ya bromearon diciendo que más de una una vez pensaron que eran caracoles saliendo entre las hojas de la planta...


  Esta especie es protagonista de un pequeño ‘embrollo’ nomenclatural que merece un capítulo aparte, pues ya estuvo en diversos géneros: fue descrita en 1877 por Barbosa Rodrigues como Physosiphon pubescens, pasando después por los géneros Phloephila Hoehne & Schlechter, Geocalpa Brieger y Sarracenella Luer. El mismo Luer a transfirió para Pleurothallis en 1986, sin poder utilizar el nombre Pleurothallis pubescens porque este nombre ya denominaba otra especie, y bautizándola entonces como Pleurothallis sarracenia. En 2001 la especie fue transferida por Pridgeon y Chase para Acianthera como Acianthera sarracenia, pero Fabio de Barros en 2003 observó el nombre válido más antiguo para descripción de la especie era en la verdad Physosyphon bragae (Ruschi), nombre que por regla nomenclatural debería entonces ser usado en el lugar de Acianthera sarracenia, por ser más antiguo que este. Con esto, la planta ganó el nombre que es actualmente acepto en la Flora de Brasil y en el Royal Botanic Gardens – Acianthera bragae (Ruschi) F.Barros.


  Una última nota bacana: al llamar Physosyphon bragae la orquídea que describió en 1970, Augusto Ruschi homenajeó nada menos que al gran cronista brasileño Rubem Braga. Al saber de eso, Carlos Drummond de Andrade le dedicó al hecho una de sus crónicas en el Periódico de Brasil, intitulándola ‘Nace una orquídea’ y contando, de la manera más drummondiana posible: “No todo el mundo merece el nombre de una flor. La mayoría merece justamente lo contrario. En el caso del Braga, si la orquídea supiera, debe quedarse satisfecha".


Más fotos sobre esta especie en la web Orquídeas do Rio Grande do Sul (VER)

*abogado, orquideófilo, ex-presidente del Cìrculo Gaúcho de Orquidófilos

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