por Luiz Filipe Varella*
No todos saben, pero esta es una planta que, aunque epífita, pertenece a la subtribo Spiranthinae, o sea, la misma subtribo de géneros terrestres de Orchidaceae bastante conocidos, como Mesadenella, Sacoila, Sarcoglottis, Cyclopogon y Pelexia.
Tanto así que fue inicialmente descrita como Stenorrhynchos ceracifolium por Barbosa Rodrigues, en 1881 (Stenorrhynchos es uno de esos géneros de orquídeas terrestres que forman parte de la subtribo Spiranthinae).
En 1920, Schlechter la retiró de Stenorrynchos y la pasó para el género Cladobium las especies que vendrían a ser Lankesterella algunas décadas más tarde. Sin embargo, como el nombre Cladobium ya estaba ocupado anteriormente, no fue válida la clasificación de Schlechter. Algunos años después, en 1923, el norteamericano Oakes Ames (1874-1950) creó el género Lankesterella, con Lankesterella costaricensis como especie-tipo. En 1940, Stenorrhynchos ceracifolia fue transferida hacia ese género por el alemán Rudolf Mansfield (1901-1960).
La especie ocurre en buena parte del este brasileño, desde Bahia hasta Rio Grande do Sul, llegando también a Paraguay y a la región de Misiones en Argentina. Aquí en Rio Grande do Sul ella es muy común en la mata de la llanura del litoral. La ocurrencia se da en baja y media altura de troncos y ramas, y muchas veces es encontrada en el hábitat vegetando en el sistema radicular de especies de Orchidaceae de mayor porte, como Cattleya tigrina y Brassavola tuberculata y algunas Oncidiinae, y aún en raíces de plantas de la familia Cactaceae (Rhipsalis, Lepismium) y Polypodiaceae (especialmente las especies Microgramma squamulosa y Microgramma vaccinifolia, que son aquellos muy conocidos ‘cipó-cabeludo’ que ocurre abundantemente en troncos y ramas de los árboles de la mata atlántica). En algunas de las fotos de la página de la especie en nuestra web de las orquídeas gauchas, es posible observar jóvenes ejemplares vegetando en raíces de Brasilidium praetextum.
Las hojas de Lankesterella ceracifolia son verde-claras y lustrosas, relativamente largas, con hasta cinco centímetros de largo por 1,5cm de ancho, ocurriendo en número de 8-10 por vegetal. La inflorescencia es racemosa y enhiesta, con una vara pubescente de hasta 6cm de largo, que puede portar de una a cinco flores. Los sépalos son verdes y tan pubescentes como la vara floral, los pétalos son blancos y bien abiertos. El labelo es levemente trilobado y blanco también, con venas verdes en dibujos variables. Cuando se lo extendiende, presenta una forma de violín. Las flores presentan un calcar muy nítido, de casi 0,5cm de largura.
La planta de Lankesterella, en forma de roseta, es muy semejante a las plantas del género Eurystyles, también un género de Spiranthinae, pero las inflorescencias son completamente distintas.
El nombre del género es un homenaje de Oakes Ames al botánico inglés Charles Hebert Lankester, que vivió entre 1879 y 1969, en mayor parte en Costa Rica. Ya el nombre de la especie viene del latín ‘ceraceus’ (“encerado”), evidente referencia a la apariencia de las hojas.
*abogado, orquideófilo, ex-presidente del Cìrculo Gaúcho de Orquidófilos
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