La especie tiene distribución endémica en la isla africana de Madagascar, donde está presente en el sector este y suroeste, creciendo entre los 300 y 1500 msnm, en zona de bosques húmedos de hoja perenne.
Posee un tallo corto con hasta 7 hojas liguladas, coriáceas, desigual y obtusamente bilobuladas en el ápice, que florece en primavera. y verano. Su inflorescencia es corta, con una sola flor (5/6 cm), perfumada y con un característico espolón que llega a medir 14 cm.
Para su cultivo, Angraecum didieri requiere de un lugar bien luminoso, pudiendo recibir el sol directo en horas de la mañana, inclusive de la tarde, cuando no es temporada de verano, de lo contrario la planta puede quemarse con el sol.
En cuanto a la temperatura gusta de lugares con clima templado a cálido, con medias inferiores que ronden los 15 °C y las máximas 35°C, aunque puede ser tolerante a picos más extremos. Es importante que el clima diario tenga oscilación entre el día y la noche que ronde entre los 7 y 10°C para que su crecimiento sea ideal.
La humedad relativa del ambiente debe rondar entre los 65 y 80% durante el año. El desarrollo de la planta puede verse afectado si la humedad del aire es demasiado baja, inhibiendo su crecimiento, produciéndose el secado de sus raíces, y hace que las hojas se vuelven flácidas y amarillas.
El cultivo puede hacerse en maceta o canasta, con un sustrato de corteza y musgo, asegurándole un buen drenaje sobre todo con macetas plásticas. Si se la cultiva en tronco, balsa o abanico de madera, se recomienda colocar musgo para que la humedad se mantenga por mayor tiempo.
Angraecum didieri no gusta del trasplante, por lo que se recomienda hacerlo solo cuando sea realmente necesario por deterioro del sustrato. El mejor momento para el trasplante es el período de primavera, cuando comienza a emitir raíces nuevas. También es para tener en cuenta, que se trata de una especie que no requiere de reposo invernal.