jueves, 14 de septiembre de 2023

Cultivo del género Rhynchostele

por Conny Castro*

Se trata de una fascinante variedad de orquídea, implica un equilibrio cuidadoso entre la ciencia y el arte. Para aquellos que nos apasiona este género, se requiere una comprensión profunda de sus necesidades particulares. 

Desde la elección del sustrato adecuado hasta la humedad y la iluminación, cada detalle juega un papel crucial en el crecimiento exitoso de estas orquídeas. Si bien la tarea puede parecer desafiante, no es insuperable. Con una dosis de paciencia y dedicación cualquiera puede embarcarse en este emocionante viaje. 

El cultivo de Rhynchostele brinda la oportunidad de aprender sobre la ecología única de estas orquídeas y cómo imitar su hábitat natural en un entorno controlado.

Requiere de un sustrato bien drenado, temperaturas entre 18-25°C durante el día y 10-15°C por la noche, y una humedad del 60-70%. 

El riego es de vital importancia, se debe permitir que el sustrato se seque ligeramente entre cada uno. 

Durante la primavera y el verano, un fertilizante equilibrado semanas estimula su crecimiento. En lo personal yo utilizo un 20-20-20 de Peters.

Las flores son de colores brillantes llegan en primavera o verano, y después de la floración, se podan los tallos florales para redirigir la energía hacia nuevas raíces y hojas. Una buena limpieza después de la floración las hace sentir renovadas.

Es importante proporcionar abundante luz, siempre filtrada.

Las orquídeas no son simples seres vegetales; tienen su propio lenguaje sutil que revela sus necesidades. Al dedicar tiempo a observar y comprender las señales que nos dan, podremos proporcionarles el ambiente óptimo para prosperar.

Cada paso en este proceso es una pieza de un puzzle (rompecabezas) que, cuando se ensambla con atención, revela la belleza de estas fascinantes orquídeas.

*Administradora del grupo de facebook Orquídeas Internacionales ☀ International Orchids









lunes, 11 de septiembre de 2023

Cymbidium Dorothy Stockstill


Es uno de los mejores híbridos de los que cuentan con Cym. devonianum en sus genes. Su floración es péndula, con una vara repleta de flores de color rojo intenso, que pueden alcanzar un tamaño de 5 cm, duraderas y fragantes, que se dan en invierno y/o primavera.



Para su cultivo requiere de un lugar luminoso y con buena corriente de aire. Gusta de temperaturas frescas. Se debe regar abundante en época de crecimiento, disminuyéndose durante el invierno.

Cymbidium Dorothy Stockstill es un híbrido originado por Geyserland y registrado por E.Stockstill  en 1992, producto del cruce de Cym. Phar Lap x Cym. Miss Muffet.

Su genética cuenta con Cym. devonianum (31,25%), Cym. madidum (25%), Cym. floribundum (25%), Cym. lowianum (7,57%), Cym. insigne (7,43%), Cym. eburneum (2,17%), Cym. tracyanum (1,18%) y Cym., hookerianum (0,4%).








viernes, 8 de septiembre de 2023

Bulbophyllum claptonense


Especie endémica de Borneo (Asia), donde se la puede encontrar en la parte nor-este de esta gran isla, creciendo entre los 800 y 1000 m.s.n.m., en bosques altos y con gran vegetación. 

Bulb. claptonense es una especie de tamaño mediano, epífita, con un rizoma rastrero sobre el que crecen los pseudobulbos (ovoide a elipsoide), con una separación de entre 2 y 3 cm, carga una sola hoja apical erecta.

Inflorescencia basal, que carga una sola flor de aproximadamente 10/12cm de ancho, pudiendo surgir hasta 4 por cada pseudobulbo. Su flor es de color amarilla con rayas y manchas granates. Es grande en comparación con la planta pequeña.



Prefiere un clima cálido, y gusta de un lugar sombreado, con condiciones de humedad relativamente alta, sin período seco marcado. Su cultivo es mejor hacerlo en maceta (playa) para mantener una mejor humedad, cuidando que el sustrato no quede encharcado. Se le debe proveer un lugar aireado. En caso de cultivarla en tronco o balsa, requerirá mayor riego, sobre todo en la época de crecimiento.







martes, 5 de septiembre de 2023

Cattleya x hardyana

por Conny Castro*

En el vasto reino de las orquídeas, emerge la Cattleya x hardyana como un protagonista singular que cautiva tanto la atención de académicos como de apasionados de la botánica. Originaria de los bosques de Colombia y Venezuela, esta especie desafía las convenciones con su presencia única y requerimientos específicos de cultivo.



Se trata de un hibrido natural que surge del cruce de dos de las más potentes catleyas de Colombia, la Cattleya Warscewicsii y la Cattleya aurea. Dependiendo de la zona donde han confluido las dos especies se producen diferentes variedades de C. hardyana, que varían en color y forma.

Sus flores, adornadas con tonalidades que van del rosa al lavanda, despiertan una curiosidad estética que va más allá de lo convencional. Pero detrás de esta belleza se esconde un labio floral ingeniosamente diseñado para atraer polinizadores como abejas y mariposas, impulsando así su ciclo reproductivo. Este detalle anatómico no solo es un rasgo distintivo, sino también un ejemplo intrigante de la coevolución entre las plantas y los seres vivos que las rodean.



Cultivar la Cattleya x hardyana requiere una comprensión profunda de su hábitat natal.

Sustrato: Los expertos aconsejan un sustrato aireado y bien drenado, confeccionado a partir de corteza de pino, carbón vegetal y perlita o piedra volcánica. Sabemos que dependiendo de nuestro clima se puede hacer adaptación en el sustrato lo importante es tener una maceta con un sustrato de elementos equilibrados que nos permita tener un buen drenaje y aireación al mismo tiempo, emulando las condiciones forestales en las que prospera. Pero la atención no solo se centra en el suelo.

Luminosidad: La luz, es un elemento crucial y debe ser controlada para evitar daños a las hojas y flores. La luz indirecta brillante es el escenario ideal, mientras que el sol directo debe ser dosificado.

Temperatura: La temperatura juega su papel, recordando las variaciones entre el día y la noche que la Cattleya hardyana ha experimentado durante su evolución. Días cálidos de 20-25°C y noches más frescas de 15-18°C son la clave para su bienestar.

Humedad: La humedad es clave para un buen desarrollo radicular. Una bandeja o alguna fuente de agua ofrece la humedad necesaria sin encharcar las raíces.

Riego: En este delicado equilibrio, el riego se convierte en un punto clave importante. Dejar que el sustrato se seque ligeramente entre riegos evita problemas de pudrición.




Riego:
A cargo de un fertilizante equilibrado y diluido, ocurre en la temporada de crecimiento, nutriendo la planta y preparándola para la próxima floración. El proceso culmina con la tan esperada floración en primavera.

Una vez que las flores se despiden, un corte juicioso del tallo floral estimula el crecimiento de nuevos brotes. Y como en cualquier relación simbiótica, el trasplante cada pocos años es esencial. Inspeccionar las raíces, proporcionar un nuevo sustrato y un hogar más espacioso aseguran la continua prosperidad de esta joya botánica.

Cattleya x hardyana es más que una orquídea exótica; es una ventana a la complejidad de la naturaleza y su interacción con la mano del cultivador, se requiere paciencia, observación y un profundo respeto por los detalles sutiles que, cuando se comprenden y atienden, hacen que esta relación entre la humanidad y la flora sea verdaderamente enriquecedora.

Les deseo éxito en sus cultivos.

Esta información es para todos los que nos interesa preservar la vida estás maravillosas orquídeas.


*Administradora del grupo de facebook Orquídeas Internacionales ☀ International Orchids