Es una especie nativa citada para México y varios países de Centroamérica (Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua). Fue descrita originalmente bajo el nombre de Cyrtochilum maculatum en el año 1838 por Lindley, quien años más tarde lo determinaría como Oncidium maculatum (Lindl.) Lindl., Sert. Orchid.: t. 48 (1841).
Planta epífita que crece entre la altura de 350 a 2000 metros. En su amplia distribución se lo encuentra habitando bosques secos abiertos, bosques tropicales de hojas caducas y en algunas regiones de bosques de montaña húmedos.
El Oncidium maculatum puede llegar hasta los 38cm de altura, posee pesudobulbos ovoides comprimidos lateralmente, de 7-10 cm de largo por 3-4 cm de ancho, que cargan 2-3 hojas apicales, oblongo-lineares y coriáceas.
La floración se produce a fines del invierno principios de primavera. La inflorescencia surge de la base del pseudobulbo, erectas, que suele alcanzar el metro de largo. Puede cargar pocas o muchas flores de unos 3,5cm, son de larga duración y perfumadas, con sépalos y pétalos normalmente de color amarillo verdoso con manchas de color rojo oscuro. El labelo tiene la mitad basal blanca con manchas marrón rojizas en sus márgenes basales, en las crestas y ápice del callo. La mitad apical del labio es generalmente de color blanco, pero se vuelve amarilla con la edad o después de la polinización.
Para su cultivo requiere de un lugar luminoso, pero sin sol directo. Buena ventilación. Las temperaturas promedio tienen las siguientes medias: en invierno mínima 13ºC y máxima 23ºC, en verano mínima 18ºC y máxima 28ºC, aunque pueden tranquilamente tolerar temperaturas 5-6ºC más allá de esos parámetros.
La humedad debe ser elevada durante todo el año, 60-70%. Los riegos deben asemejarse a las lluvias de la región, en la cual se producen en forma abundante desde fines de la primavera hasta principios de otoño, el resto de los meses las lluvias son escasas. Lo indicado es regar bien y abundante luego de que surja el nuevo brote hasta el momento en que este madura, luego deben reducirse a riegos de mantenimiento.
Es una planta que no le gusta que sus raíces queden encharcadas, por eso debe asegurársele un buen drenaje, inclusive es aconsejable cultivarla montada en un tronco donde luego del riego sus raíces se sequen rápidamente. Si bien en invierno debe regarse muy poco, no debe dejarsela largos períodos seca ya que en su hábitat natural, si bien las lluvias son escasas desde el otoño hasta mediados de primavera, las neblinas y rocíos le aportan la humedad necesaria.