Este grupo de orquídeas, Tolumnia, anteriormente eran
conocidas como Oncidium equitant o Oncidium sección variegata. El género fue
creado por Rafinesque en 1836 para contener Tolumnia pulchella pero fue
ampliamente ignorado y casi olvidado hasta 1986, cuando Guido Braem revisó el
grupo equitant/variegata y trasladó 20 especies a Tolumnia.
En este género de orquídeas el follaje rara vez
supera los 15 a 20 centímetros de altura. Sus hojas están dispuestas en pares
superpuestas, en forma de abanico. La mayor parte de las especies producen
crecimientos en cortos intervalos a lo largo de los rizomas, lo que resulta en
un crecimiento compacto de aglutinación. Otras especies del género, unas pocas,
poseen rizomas alargados.
Estas orquídeas miniaturas han experimentado un fuerte
aumento de popularidad. Su reducido tamaño las hace ideales para los cultivadores
que carecen de espacio. Existen hoy,
debido a las hibridaciones, una amplia gama de colores y diseños que no se ven
en las especies del género. Además una planta, especialmente los híbridos, puede
florecer varias veces al año, emergiendo las flores tanto de las varas florales
nuevas como de las viejas. Por esto último las varas florales solo deben
cortarse cuando se han secado.
La clave para el cultivo de las Tolumnias es entender su
hábitat natural. Estas especies son endémicas de la Cuenca del Caribe y muchas
están confinadas a una sola isla. En las hibridaciones se utilizan generalmente
especies que crecen en condiciones expuestas a luz brillante, buena corriente
de aire y con temperaturas que van de intermedias a cálidas. Toleran bien hasta mínimas de 10ºC y máximas por arriba de los 30ºC.
La humedad de su
ambiente es alta y a diario se producen lluvias o rocíos fuertes. Por eso el ambiente donde se las cultive debe tener una humedad constante que esté entre los 50-70%. En su lugar de origen debido a la
circulación de aire constante por los vientos alisios, las plantas nunca permanecen
húmedas por mucho tiempo.
Se les debe proporcionar una luminosidad brillante y difusa.
No dejarla expuesta a la luz directa del sol del mediodía. Las plantas que
están creciendo bien, pero reacias a florecer por lo general necesitan un
aumento de la intensidad de la luz.
El riego es el aspecto más importante para el éxito en el
cultivo de estas orquídeas. Debe regárselas bien y dejarlas secar antes de mojarlas
nuevamente. Si se las cultiva en maceta debe tenerse cuidado de no excederse
con el agua, evitando encharcar el sustrato. Si se las tienen montadas en
tronquitos no se presentan tantos inconvenientes ya que se seca con rapidez y
permiten un riego más continuo. Evite el riego en días nublados o en momentos
de altas temperaturas, ya que el agua que se acumula durante el riego en las
bases de sus hojas puede provocar daños.
La frecuencia de riego y la selección de sustrato están
estrechamente relacionados. El objetivo es lograr la combinación adecuada que
permita una buena irrigación con aireación adecuada y secado rápido de la zona
de la raíz. A las Tolumnias en general no le gusta trasplante, por lo tanto
solo debe hacérselo de ser sumamente necesario.
Actualmente el listado de especies e híbridos naturales de Tolumnia asciende a 30:
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