por Luiz Filipe Varella*
Son cerca de 20 las especies de Barbosella, género establecido por Schlechter en 1918. La mitad de ellas ocurre en Brasil. Entre ellas, Barbosella australis (Cogn.) Schltr., la cual, creo, debe ser la especie de mayor flor de entre las especies del género. Ocurre en los Estados del Sur y también en São Paulo y en Río de Janeiro. Hasta donde se sabe, no hay registro para Argentina o Paraguay.
Fue descrita en 1906 por Cogniaux como Restrepia australis, siendo transferida para Barbosella por Schlechter en 1918, cuando propuso el género Barbosella, siendo su especie-tipo Barbosella gardneri (Lindl.) Schltr. El nombre viene del latín ‘austral’, o sea, “meridional”, “del sur” – lo que no deja de ser peculiar, pues no es la única Barbosella que ocurre en el sur de Brasil. Ya el nombre del género es evidente homenaje de Schlecter a Barbosa Rodrigues.
Como en las demás especies del género, vegetativamente la B. australis tiene el característico crecimiento reptante, con rizoma rastrero, formando grandes ‘alfombras verdes’ sobre troncos, ramas y aún sobre rocas, pudiendo forrarlos totalmente. Las hojas son redondeadas, también como todas las Barbosella, y relativamente carnosas, midiendo cerca de 2cm de largura.
La inflorescencia es uniflora. La flor tiene aproximadamente la misma largura de las hojas, un tamaño bastante significativo tratándose de Barbosella. Los sépalos tienen tres líneas vinosas bien definidas, siendo que los dos sépalos laterales son unidas hasta aproximadamente la mitad de su largura. El labelo es de un tono amarillento, con máculas del mismo color de vino de las líneas de los sépalos. La especie florece en el otoño.
*abogado, orquideófilo, ex-presidente del Cìrculo Gaúcho de Orquidófilos
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