sábado, 2 de mayo de 2015

Rhynchostylis coelestis


  Rhynchostylis coelestis es una de las pocas especies que forman parte de este género que se encuentra distribuido en Asia. La orquídea que tratamos aquí fue descrita por el naturalista y horticultor inglés Harry James Veitch en el año 1891.

  Rhy. coelestis está presente en la península de Indochina, citada para los países de Tailandia, Camboya y Vietnam. Crece generalmente en zonas montañosas (300-1200m) con bosques caducifolios donde la estación seca es relativamente larga.


  Se trata de una epífita de crecimiento monopodial, con un tamaño relativamente pequeño (20cm). No posee pseudobulbos, sus tallos producen numerosas raíces aéreas que surgen en la parte inferior. Posee hojas de hasta 20cm de largo, estrechamente espaciadas, rígidamente carnosa, estrechamente superpuestos en la base y doblada longitudinalmente para producir un canal profundo en la superficie superior y una quilla aguda en la parte inferior. Las hojas son desigualmente lobuladas y dentadas en el ápice.

  La inflorescencia emerge desde la base de las hojas, erguida, pudiéndose producir varias inflorescencias a la vez. Las flores están dispuestas en un denso racimo cilíndrico en la mitad apical, llegando a tener 50 o más por inflorescencia. Las flores son blancas con mayor o menor tinte violeta o púrpura azulado. El labelo es blanco en la base y azul-añil en la mitad apical.


  Para el cultivo Rhy. coelestis necesita de buena luminosidad pero difusa, nunca sol directo menos aún al mediodía. El lugar donde se coloque la planta también debe contar con una buena circulación de aire.

  La humedad ambiente de su hábitat es alta (80-85%) desde fines de la primavera hasta el otoño donde comienza a descender para en el invierno llegar a un promedio del 60%, meses concordantes con la temporada seca de la región donde las lluvias son escasas. Las precipitaciones comienzan a aumentar desde mediados de primavera hasta principios del otoño.

  Las temperaturas promedios más altas se dan a finales de la primavera y principios del verano, donde los promedios rondan los 32-34ºC de máxima y 22-23ºC de mínima. En el invierno esos promedios disminuyen siendo la máxima 27-28ºC y la mínimas por las noches de 13-15ºC. 


  Su cultivo es recomendable realizarlo en canastas o cestos donde sus raíces puedan crecer libremente, inclusive sin sustrato suplementario, ya que tiene la característica de no gustarle tener a sus raíces en condiciones viciadas y tampoco ser replantada. En este sistema de cultivo la planta necesitará de muchos riegos sobre todo durante la temporada de temperaturas altas. Si no se cuenta con el tiempo necesario para realizar los riegos requeridos, puede utilizarse en las canastas algún sustrato que ayude a mantener la humedad, pero siempre uno que permita un buen drenaje y un rápido secado luego de los riegos.


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