Por: Eduardo A. Pérez García
Departamento de Ecología y Recursos Naturales
Tal vez por estar sometido por mi hija a una especie de tortura psicológica al ver una, y otra, y otra vez, el video de las formas geométricas de Barney, lo primero que se me viene a la mente para escribir sobre este género es “TRIÁNGULO”. Lo peor es que es hasta con la horrible tonadita de la canción.... en fin... ¿Por qué la palabra triángulo para describir una orquídea? Bueno, las flores de las orquídeas están compuestas por dos planos de tres segmentos florales (tépalos) cada uno. Los segmentos florales de la parte posterior se llaman sépalos, y los de la parte interior son los verdaderos pétalos; uno de éstos generalmente es muy diferente y lo llamamos labelo. Así que son tres y tres, pero en ocasiones pueden fusionarse y presentarse en menor número menos a la vista (por ejemplo; en Paphiopedilum muchas veces sólo vemos dos sépalos). Esta limitación numérica de los segmentos florales hace que la enorme variación en las formas de las flores de las orquídeas sea siempre a partir de sólo 6 tépalos. Desde mi punto de vista, es uno de los puntos donde radica la belleza de estas plantas; la elegancia que surge a partir de poco, o dicho al revés, “mucho no siempre es lo mejor”.
En varias de las especies del género Lycaste los sépalos forman un triangulo muy bien definido, porque los sépalos laterales salen de manera opuesta, formando entre sí un ángulo de 180°, mientras que el sépalo dorsal surge en un ángulo de 90° a partir de los sépalos laterales. Un buen orquideólogo me dirá que esto no es válido para todos los Lycaste, y tendrá razón, pero seguramente no está traumatizado por ver el video de Barney como yo.
Lycaste es uno de esos géneros que, al menos en México, casi todas sus especies son muy bonitas y cada una tiene su propio encanto. Quizá el único pecado del género es que tiene una especie que sobresale de manera espectacular, L. skinneri, y por lo tanto algunas de sus otras especies son mucho menos conocidas. Los Lycaste puede ser rupícolas, pero principalmente son plantas epifitas, de troncos y de ramas gruesas, en las cuales se acumula mucha materia orgánica. Por ello, un medio de cultivo adecuado para estas plantas debe incluir materia orgánica, como pedazos de corteza. Un complemento de carbón vegetal ayudará a evitar que las raíces se pudran. Muchas especies de este género son caducifolias, es decir pierden el follaje en la época invernal y permanecen sin hojas hasta poco antes de la temporada de lluvias. Durante esta época del año los riegos y la fertilización deben ser disminuidos. Cuando se produce el nuevo brote, este viene acompañado de varias inflorescencias de una sola flor, que dependiendo de la especie pueden ser de dos o tres inflorescencias por brote (ejemplo: L. skinneri) hasta más de trece (ejemplo: L. aromatica o L. cochleata).
La cicatriz que dejan las hojas en la punta del pseudobulbos es muy utilizada para diferenciar grupos de Lycaste, ya que en los de flores más pequeñas y amarillas la cicatriz queda como una especie de espinita, mientras que en los otros el pseudobulbo queda liso. De hecho se ha hecho una propuesta para separar a este grupo de plantas en un género diferente Selbyana Archila, pero no es reconocido por muchos autores. L. skinneri suele retener las hojas durante más tiempo respecto a las otras especies del género, y sus hojas son más largas. De cualquier forma, lo mejor es conseguir plantas con flor de un vivero certificado.
El género Lycaste cuenta con 45 especies reconocidas, distribuidas desde el estado Tamaulipas, en México (casi en la frontera con los E.U.A.) hasta Perú en Sudamérica. En México se encuentran nueve especies, siendo Chiapas el estado con el mayor número de ellas, ya que comparte con Guatemala y otros países de Centroamérica algunas de las especies más bonitas del grupo. De las especies mexicanas solamente L. crinita no está registrada para ese estado.
La cicatriz que dejan las hojas en la punta del pseudobulbos es muy utilizada para diferenciar grupos de Lycaste, ya que en los de flores más pequeñas y amarillas la cicatriz queda como una especie de espinita, mientras que en los otros el pseudobulbo queda liso. De hecho se ha hecho una propuesta para separar a este grupo de plantas en un género diferente Selbyana Archila, pero no es reconocido por muchos autores. L. skinneri suele retener las hojas durante más tiempo respecto a las otras especies del género, y sus hojas son más largas. De cualquier forma, lo mejor es conseguir plantas con flor de un vivero certificado.
El género Lycaste cuenta con 45 especies reconocidas, distribuidas desde el estado Tamaulipas, en México (casi en la frontera con los E.U.A.) hasta Perú en Sudamérica. En México se encuentran nueve especies, siendo Chiapas el estado con el mayor número de ellas, ya que comparte con Guatemala y otros países de Centroamérica algunas de las especies más bonitas del grupo. De las especies mexicanas solamente L. crinita no está registrada para ese estado.
Lycaste aromatica muy probablemente sea el Lycaste de flores amarillas más común en cultivo en México. Su muy agradable olor a canela les ha conferido el nombre común, ampliamente difundido, de “canelitas”. Son plantas epífitas o litófitas, y se encuentran desde los 600m hasta los 1500 m.s.n.m. en selva mediana subperennifolia, bosque de niebla (o bosque mesófilo de montaña), encinares y bosque de pino encino. Su área de distribución está concentrada en la vertiente del Golfo de México, en los estados de Chiapas, Hidalgo, Oaxaca, Puebla, Querétaro, San Luís Potosí, Tamaulipas y Veracruz, en México, además de Guatemala y Honduras.
Lycaste cochleata es una de las especies que más toleran el calor, pues su intervalo altitudinal va desde casi el nivel del mar (100m) hasta los 1200 m.s.n.m. Es una especie epífita o semiterrestre, propia de selva alta siempre-verde (perennifolia), y selva mediana y baja subcaducifolias, o en la vegetación ribereña de las cañadas inmersas en selva baja caducifolia. Se distribuye de Chiapas hasta Honduras.
Lycaste consobrina Rchb. f. se distribuye principalmente en la vertiente del Golfo de México, en los estados de Chiapas, Hidalgo, Oaxaca, Puebla, Querétaro, San Luís Potosí y Veracruz. Su intervalo altitudinal va desde los 120 m hasta 1,200 m s.n.m. Es una planta epífita o litófita, de selvas siempreverdes, selvas subperennifolias, y de bosques de pino-encino. A esta especie se len han registrado aromas frutales, que dependiendo del antojo del investigador, es a manzana, o a naranja.
Lycaste crinita Lindl. es una planta principalmente epífita, crece en desde los 900 m hasta los 1,400 m de altitud, los tipos de vegetación en los que se encuentra son selvas medianas subperennifolia y bosque de neblina de montaña. Las flores de esta especie quizá son las menos atractivas del género porque no abren mucho. Se distribuye básicamente en la vertiente del Pacífico, desde Nayarit hasta Oaxaca.
Lycaste cruenta es quizá el más llamativo de los Lycaste de color amarillo de México. Se distribuye desde Chiapas en México, hasta Guatemala y El Salvador,desde los 800m hasta los 2,000 m.s.n.m. Su hábitat son selvas de montaña, encinares, y bosques de pino-encino. Existe un híbrido interesante de esta especie con L. skinneri.
Lycaste deppei es muy fácil de diferenciar de los demás pues los puntitos de los sépalos y pétalos, así como su combinación de colores lo hacen único. Otro atractivo de la especie es que cuenta con un delicado aroma dulce. Es una especie que proviene de las montañas de la vertiente del Golfo de México, desde Tamaulipas y Puebla hasta Chiapas, incluyendo Veracruz y Oaxaca, y su área de distribución incluye Guatemala. Se pueden encontrar desde los 800m hasta 1,600 m.s.n.m. pero se cultivan sin ningún problema a 2,200 metros de altitud en el centro y sur de México. Los tipos de vegetación de donde es nativa esta especie son la selva mediana de montaña, selva baja perennifolia y el bosque de neblina.
Lycaste dowiana Endrés ex Rchb. f tiene la particularidad de que produce las flores de manera sucesiva, por lo cual una planta puede florecer durante varios meses. Existen algunos reportes que indican que esta especie vivió en México, en la región de los Lagos de Montebello, en el estado de Chiapas. Las últimas localidades donde crecía naturalmente se quemaron en los incendios de 1998. Actualmente se puede considerar extinta en México, pues no hay registros científicos que avalen su existencia en el campo. Afortunadamente, todavía existen poblaciones de esta especie desde Guatemala hasta Panamá. La altitud registrada para la especie oscila entre los 700 y 1400 m sobre el nivel del mar. La planta de la foto proviene de Guatemala y servirá para hacer semillas para propagar la especie en México, pues no contamos con plantas nativas. Habrá que sumar esfuerzos para evitar la extinción de esta y de otras especies.
Lycaste lasioglossa Rchb. f. proviene de México (Chiapas), Guatemala y El Salvador. En México es muy poco conocida, de hecho es muy probable que esté extinta en su estado natural. Lamentablemente sólo se conocen uno cuántos clones en cultivo de plantas mexicanas, por lo que su reproducción debe ser prioritaria. De lo poco que se sabe de esta especie en México, y de los otros países, es que su hábitat natural lo constituían los bosques de neblina de las montañas entre los 1,400 a 1,800 m s.n.m.
Lycaste virginales (ex L. skinneri) es originaria de Chiapas, en México, y de Guatemala, Honduras y El Salvador, en Centroamérica. Es una especie de clima frío, de los bosques húmedos ubicados a 1,300m a 1,750m de altitud, pero aguanta el cultivo en altitudes de 2,200m como la Ciudad de México, D.F., o San Cristóbal de las Casas, Chiapas. En su hábitat natural puede ser epífita o litófita. De las especies de Lycaste que habitan, o habitaban, en México L. skinneri es la que tiene las flores más grandes, normalmente las flores son de color rosado. La forma alba de esta especie es la flor nacional de Guatemala, y la conocen como “monja blanca”.
Maravilloso articulo. gracias por hacernos conocer mejor este precioso genero. un abrazo desde Plantukis
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