por Conny Castro*
Se trata de una fascinante variedad de orquídea, implica un equilibrio cuidadoso entre la ciencia y el arte. Para aquellos que nos apasiona este género, se requiere una comprensión profunda de sus necesidades particulares.
Desde la elección del sustrato adecuado hasta la humedad y la iluminación, cada detalle juega un papel crucial en el crecimiento exitoso de estas orquídeas. Si bien la tarea puede parecer desafiante, no es insuperable. Con una dosis de paciencia y dedicación cualquiera puede embarcarse en este emocionante viaje.
El cultivo de Rhynchostele brinda la oportunidad de aprender sobre la ecología única de estas orquídeas y cómo imitar su hábitat natural en un entorno controlado.
Requiere de un sustrato bien drenado, temperaturas entre 18-25°C durante el día y 10-15°C por la noche, y una humedad del 60-70%.
El riego es de vital importancia, se debe permitir que el sustrato se seque ligeramente entre cada uno.
Durante la primavera y el verano, un fertilizante equilibrado semanas estimula su crecimiento. En lo personal yo utilizo un 20-20-20 de Peters.
Las flores son de colores brillantes llegan en primavera o verano, y después de la floración, se podan los tallos florales para redirigir la energía hacia nuevas raíces y hojas. Una buena limpieza después de la floración las hace sentir renovadas.
Es importante proporcionar abundante luz, siempre filtrada.
Las orquídeas no son simples seres vegetales; tienen su propio lenguaje sutil que revela sus necesidades. Al dedicar tiempo a observar y comprender las señales que nos dan, podremos proporcionarles el ambiente óptimo para prosperar.
Cada paso en este proceso es una pieza de un puzzle (rompecabezas) que, cuando se ensambla con atención, revela la belleza de estas fascinantes orquídeas.
*Administradora del grupo de facebook Orquídeas Internacionales ☀ International Orchids
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