lunes, 22 de abril de 2019

Encyclia hanburyi (Lindl.) Schltr.

Eduardo A. Pérez García
Facultad de Ciencias

Universidad Nacional Autónoma de México


  El nombre de esta Encyclia lo he encontrado escrito tanto como E. hanburyi como E. hanburii, pero al parecer el primer nombre es el correcto dado que se le dedicó a un señor de apellido Hanbury. Esta especie que se distribuye en el centro-sur del país, a manera poblaciones aisladas en los estados de Chiapas, Guerrero, Oaxaca y Puebla. Además esta planta crece en Guatemala y Honduras.


  Las Encyclia hanburyi florecen en primavera, desde marzo hasta mayo, las flores se producen en panículas (racimos ramificados) y abren de manera sucesiva pero llegan a presentar numerosas flores al mismo tiempo. Las flores no presentan aroma pero son muy llamativas, los pétalos y sépalos tienen color de café amarillento a café chocolate y el labelo es de color rosado pálido a magenta.


  En México, existe algo de variación geográfica reconocida en la especie. Las plantas del estado de Puebla y de Chiapas tienen las inflorescencias más largas, mientras que las del sur de Oaxaca (como las de las fotos) tienden a tener las varas más cortas. El tamaño y color de las flores varía aun dentro de la misma población. No obstante los clones más bonitos que conozco provienen del Istmo de Tehuantepec.


  Su hábitat natural incluye montañas de mediana altura (± 1,600 m s.n.m.), pero pueden encontrarse en sitios tan bajos como hasta 250 m s.n.m. Así que toleran tanto el calor como algo de frío. Se pueden cultivar al a intemperie en la Cd. de México (a 2,200 m s.n.m.) sin ningún problema.

  Creo que el parecido de E. hanburyi con E. cordigera la ha hecho que no sea tan apreciada, ya que las flores de la primera son mucho más pequeñas y menos variables que en E. cordigera. No obstante, vale la pena su cultivo. A mí me gustan mucho, tanto por sus flores como vegetativamente. Las plantas son muy compactas, los pseudobulbos son muy redondos y las hojas duras y carnosas. El híbrido entre E. hanburyi y E. cordigera es también muy llamativo, ya que las flores salen de tamaño intermedio y son muy coloridas.


  Yo he cultivado a E. hanburyi en diversos medios y en todos prosperan bien. Las tengo tanto en corteza de abeto como de chicozapote (así lo llamamos en México, en Cartagena le llaman  níspero, y su nombre científico es Manilkara zapota), y también sembradas en macetas bajas (como de las de bonsai) con corteza de pino y carbón, y algunas las tengo con tepojal con Sphagnum.


  Las Encyclia hanburyi son plantas principalmente litófitas (crecen sobre las piedras, a pleno sol), sobre todo en roca caliza. Cabe mencionar que las plantas rupícolas son muy quebradizas en estado silvestre, probablemente es una adaptación para reproducirse a partir de divisiones vegetativas en esos sitios donde el establecimiento a partir de semillas es poco factible. Esto trae como ventaja que son fáciles de propagar mediante divisiones, incluso a partir de un solo par de pseudobulbos se desarrollan plantas nuevas.


  En cultivo, con más humedad y sombra, las cosas cambian un poco y tienden a tener el mismo problema de las demás Encyclia en que casi no ramifican. En esos casos se recomienda hacer algunos cortes en el rizoma de los bulbos traseros para estimular la presencia de nuevos frentes de crecimiento. Hay que tratar de que cada corte tenga al menos tres pseudobulbos en serie. Los brotes que se producen de esos pseudobulbos generalmente florecen al segundo año después del corte.

  A las E. hanburyi les doy el mismo trato que a las demás plantas en cuanto a riego y fertilizante. Al parecer son plantas muy resistentes, ya que vienen de sitios muy estacionales, casi desérticos, de un tipo de vegetación que acá llamamos como selva baja caducifolia (bosque estacionalmente seco, que es algo similar a la caatinga arbórea de los brasileños).


  Un hecho sobresaliente de esta especie es que al parecer es muy “sociable” con las especies de Encyclia con las que convive y suele hibridizar de manera natural con algunas de ellas; por ejemplo, con E. selligera, E. nizandensis y con E. cf. spatella. La hibidación natural en Encyclia es algo relativamente común y es una pesadilla para los taxónomos del grupo, pues hace más complicado distinguir entre las especies. Un ejemplo muy llamativo de hibridación en este grupo ocurre con dos de las especies más bonitas de Cuba, la E. phoenicea y la E. plicata.



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